El azúcar en forma de glucosa que hay en la sangre es el combustible proporciona la energía para que funcionen las células de nuestro organismo. Los hidratos de carbono son la principal fuente para obtenerla pero, cuando no consumimos los suficientes, el hígado se encarga de obtener la energía de la grasa acumulada en nuestro cuerpo.

Ahora, una investigación realizada por la Universidad Johns Hopkins ha descubierto que esa capacidad del hígado para descomponer las grasas no solo sirve para obtener energía sino que, también, evita una excesiva acumulación de lípidos que podría resultar letal para nuestro organismo Y la prueba de ello es que, cuando el hígado falla, recibe la ayuda de los riñones y los intestinos.

En condiciones normales, casi el 90% d e la grasa se procesa en el hígado, y el 10% restante en los otros órganos. Por eso, en su experimento, los investigadores utilizaron ratones a los que les eliminaron el gen CPT2, responsable de la oxidación en el hígado de los ácidos grasos. En teoría, las cobayas manipuladas tendrían que haber sido incapaces de obtener energía sin un suministro normal de carbohidratos, pero su organismo se adaptó, haciendo que fueran los riñones quienes procesaran los lípidos. Lo que si se detectó fue un nivel menor del habitual de la presencia en sangre de cetonas, un compuesto orgánico que entre sus funciones tiene la de retardar la descomposición de las grasas.

Ese último dato es el realmente importante porque, cuando a esos mismos ratones se les dio una dieta rmuy ica en grasas, su organismo enloqueció. En principio, habían disuelto bien todos los tejidos grasos, pero la ausencia de cetonas provocó una congestión de lípidos en los riñones, que fueron incapaces de asimilarlos. Y esa congestión tuvo en algunos casos consecuencias letales para las cobayas

El descubrimiento es realmente importante porque explica la causa de que el organismo de algunos pacientes con obesidad u diabetes enloquezca, y no sea capaz de procesar bien las grasas. Y es que la salud de las personas que tienen problemas derivados del incorrecto funcionamiento del gen CPT2, puede llegar a correr un peligro grave si no cuidan mucho su dieta.

Fuente: EurekaAlert.

Vicente Fernández López