Unos investigadores de Texas han lanzado un sencillo mensaje a la gente que fracasa con las dietas: si no te gusta la coliflor, no te la comas. Según explican, las personas tienden a seguir estrategias contraproducentes, a menudo enfocadas en el abandono de sus alimentos favoritos.

“Nuestra investigación muestra que en lugar de evitar nuestras golosinas favoritas, deberíamos enfocarnos en comidas sanas que nos gusten”, explica Meredith David, doctora la Universidad de Baylor.

En total participaron 542 personas en el estudio, clasificados según sus niveles de autocontrol. “Los individuos con bajo nivel de autocontroque quieren mejorar su salud trazan un duro camino hacia el éxito evitando muchas comidas tentadoras”, expone David.

Según añade, sus datos reveleron que las personas que normalmente alcanzan sus metas en otros aspectos de la vida tienden a desarrollar planes motivadores. Al contrario que sus nerviosos compañeros, ellos tendían a desterrar la coliflor sin miramientos.

Concretamente, al preguntar a la muestra sobre una lista de reglas enfocadas a los hábitos de consumo, un amplio porcentaje de encuestados optó por la restricción como regla de oro. A la hora de pensar en alimentos poco saludables, los que tenían niveles más bajos de autocontrol pensaban en sus hamburguesas y bocadillos favoritos, mientras que los procedentes de la otra sección pensaba en alimentos que les gustaban, pero que no les importaría dejar de comer.

Según David, los consejos de salud más seguidos suelen tener soluciones ‘mágicas’ o ‘casi milagrosas’. “Deben comer alimentos prácticamente ‘venenosos’ para llegar a sus objetivos”, explica. “La próxima vez que decidas seguir una dieta o mejorar tu salud mediante la alteración de tu alimentación, opta por estrategias que se centren en la inclusión de alimentos saludables que realmente te guste comer”, recomienda.

El estudio, titulado “Saying ‘No’ to Cake or ‘Yes’ to Kale: Approach and Avoidance Strategies in Pursuit of Health Goals,” está publicado en la prevista Psychology & Marketing.

Redacción QUO