Un equipo de bioquímicos de la Universidad de California en San Diego, han descubierto patrones desconocidos en el recubrimiento proteico externa del estreptococo del grupo A, responsable de más de 500.000 muertes al año, incluyendo el síndrome de choque tóxico y la fascitis necrotizante o «enfermedad de la bacteria come carne.” El hallazgo podría conducir a una vacuna contra esta bacteria altamente infecciosa –

En un artículo publicado en Nature Microbiology, los investigadores, dirigidos por Partho Ghosh, informan que descubrieron “patrones ocultos en la principal proteína, la M, de la superficie del estreptococo, relacionada con el factor de virulencia. Su presencia tiene el efecto de limitar la respuesta inmunitaria del cuerpo contra estas bacterias.
«En la actualidad, no existe una vacuna contra el estreptococo del grupo A – explica Gosh –, nuestro descubrimiento ofrece una nueva manera de concebir una cura. Uno de los mayores obstáculos para el desarrollo de una vacuna contra esta bacteria es la «hiper-variabilidad» de la proteína M. Las bacterias Streptococcus del grupo A tienen una multitud de diferentes cepas, cada una de las cuales muestra una proteína diferente en su superficie. Debido a que nuestro sistema inmunológico deben reconocer estas diferentes proteínas antes de lanzar una respuesta inmune, la hiper-variabilidad de las proteínas M hacen que sea difícil enviar anticuerpos específicos para cada variante”.

La clave para resolver el problema fue descubrir que una proteína humana, la C4BP, se enlaza con diferentes proteínas de la superficie del estreptococo A. “Resultó ser un puzzle que teníamos que armar – concluye Gosh – . Por un lado, la respuesta de nuestros anticuerpos es específica para cada variante de proteína M, pero la C4BP tiene la ventaja de enlazarse a casi el 90% de las variantes de esta proteína. Usando la C4BP ampliamos el ataque y esto nos permite pensar en una vacuna”.

Juan Scaliter