De entre todas las bacterias que pueden causar la fascitis necrotizante, una de las más comunes es el microorganismo conocido como Streptococcus pyogenes. Este organismo se caracteriza por provocar un dolor extremo en las fases iniciales de la infección. Superior incluso al que sería natural teniendo en cuenta el daño causado en ese estadío de la enfermedad.

Y, ahora, un nuevo estudio realizado por especialistas de la Harvard Medical School, ha revelado que se trata de una estrategia que le sirve para expandirse con más facilidad a través de nuesrtro organismo, destruyendo los tejidos y los nervios. Los investigadores han descubierto que la bacteria produce una sustancia tóxica llamada estreptolisina S, que tiene un doble efecto: el de estimular los receptores del dolor y, a la vez, interferir las comunicaciones entre las neuronas responsables de activar el sistema inmune de nuestro organismo.

De esa manera, la bacteria consigue que nuestro sistema inmune no reaccione ante la infección, facilitando así que se extienda de manera mucho más rápida y destructiva. Según los investigadores, este descubrimienbto abre la puerta a la posibilidad de desarrollar tratamientos con sustancias que anulen dicho efecto y que ayuden a nuestro sistema inmune a activar sus defensas.

Fuente. LiveScience.

Vicente Fernández López