Algunos califican el alcohol de «droga dura». Exagerado o no, las cifras resultan como poco preocupantes: los españoles consumen una media de diez litros de alcohol puro al año. Teniendo en cuenta que muchos no bebemos, hay alguien al que el consumo se le está yendo de las manos.

Como bien reconocían los investigadores, este dato no es del todo exacto. Cotejando las ventas con las encuestas en los que los españoles responden cuánto beben, los científicos vieron que algo no cuadraba y es que, al parecer, los españoles reconocen una tercera parte de lo que en realidad consumen. Además, «los grandes bebedores son los que aseguran beber mucho menos de que realmente beben”, afirma uno de los científicos.

Ya seas de los que lo reconoce o no, si el alcohol forma parte de tu rutina semanal, deberías reservar un tiempo a la semana para ir al gimnasio o para hacer deporte por tu cuenta. Una nueva investigación realizada en Reino Unido sugiere que hacer ejercicio regularmente puede ayudar a equilibrar los efectos nocivos del alcohol.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores contaron con datos clínicos de bebedores y no bebedores. Fue así como se percataron que aquellos que bebían pero llevaban una vida saludable, eran menos propensos a morir por causas repentinas en comparación con aquellos que llevaban una vida sedentaria. Especialmente reseñable fue lo que bajó el índice de cáncer entre los participantes, que ya se sabe que el alcohol tiende a disparar.

Aunque los investigadores no saben aún cómo el ejercicio puede contrarrestar los efectos del alcohol en este sentido, existen varios mecanismos que podrían explicar la relación según el equipo de científicos. Por ejemplo, se ha demostrado que el consumo de alcohol aumenta la inflamación y disminuye la función inmunológica, ambos relacionados con el cáncer. La actividad física, por otro lado, se ha demostrado que tiene los efectos opuestos, es decir, disminuye la infamación y aumenta la función inmune.

Fuente: livescience.com

Redacción QUO