“Tu día puede tener temperaturas irritantemente altas, la contaminación del aire puede llegar a niveles preocupantes, o puede llover sin remisión, pero esto no quiere decir necesariamente que provoque un malestar en la salud mental si somos capaces de absorber la suficiente cantidad de luz solar”. Así lo afirman los autores de un reciente estudio publicado en Affective Disorders.
La investigación comenzó de modo accidental, en una conversación sobre el tiempo entre sus autores, Lawrence Rees y Mark Beecher y les llevó a una conclusión sorprendente. “En un día de lluvia o con mucha polución, asumimos que estaremos más estresados – explica Beecher en un comunicado de la Universidad Brigham Young – pero nuestros resultados no mostraron eso. Al comparar la cantidad de radiación solar que recibimos con los niveles de polución o la lluvia, la primera variable era la que más condicionaba la salud mental era la cantidad de horas diurnas”. Los autores destacan que, si bien varios análisis previos se han ocupado del modo en el que la meteorología afecta nuestro ánimo,en su trabajo han recurrido a nuevas variables, como estudiar y comparar diferentes fenómenos climáticos y la polución, para los que tenían datos del momento y no registros antiguos.
Al mismo tiempo, un nuevo estudio, este publicado en Environment International, señala que la contaminación del aire provocada por el tráfico influye de modo negativo en los beneficios de la actividad física. En sus conclusiones, los autores destacan que si bien si se sabe que la exposición a contaminantes ambientales “sí tiene un impacto en las vías respiratorias, es necesario realizar más estudios para confirmar esta asociación”. Y es que mientras este último estudio analizó a 30 personas durante 4 días, el primero de los citados se centró en más de 16.000 voluntarios durante un lapso de 6 años.
Juan Scaliter