Según una nota de prensa emitida por la Universidad de California UC Davis, la mayoría de productos de higiene personal (jabones, pastas de dientes o enjuagues bucales) contienen triclosán, un potente agente antibacteriano y fungicida que puede afectar a nuestra función muscular y cardíaca así como provocar la interrupción de la hormona reproductiva.

¿Por qué nos hace daño el jabón?

Según César Tomé, químico industrial y autor del Blog Experientia docet, «Buena parte del funcionamiento eléctrico del cuerpo, desde neuronas a músculos, se basa en la liberación de iones. Se sabe que varios bifenilos policlorados parecidos al triclosán interactúan con los receptores responsables de mediar la liberación de iones calcio tanto en el tejido muscular liso como en el estriado. Ahora se informa de que el Triclosán, usado ampliamente como bactericida en jabones, pastas de dientes o enjuagues bucales, interferiría el acoplamiento excitación-contracción en el músculo cardíaco y en el asociado al movimiento del cuerpo en ratones».

Para realizar el estudio los investigadores realizaron diversos experimentos en ratones para así analizar los efectos del triclosán en la salud. Tras la administración de dosis similares a las que nos enfrentamos de forma cotidiana, a los 20 minutos los ratones empezaron a ver afectadas sus fibras musculares y la capacidad de contracción de las células del músculo cardíaco. Finalmente, los ratones mostraron una reducción de un 25% en su función cardíaca y de un 18% en su fuerza de agarre. El resultado es que el triclosán impide la correcta comunicación entre dos proteínas que funcionan como canales de calcio, afectando con ello a nuestros músculos cardíacos y también esqueléticos.

Según Tomé, «este estudio viene a refrendar otro hechos en los últimos años que ponen en cuestión el uso de este producto«. Producto que, por cierto, no tiene según las investigaciones, ningún beneficio para la salud.

Redacción QUO