La leche entera es mucho mejor que la desnatada para los niños. Así lo ha revelado un estudio realizado por pediatras del St. Michael’s Hospital, en Toronto, Canadá. Según revelan los resultados, los pequeños que beben leche con un mayor contenido graso, crecen siendo más esbeltos que los que la toman descremada. En este segundo grupo se daban más casos de sobrepeso infantil. ¿Paradójico?
Los investigadores evaluaron a 2.745 niños de de entre dos y seis años de edad. El 49% de ellos bebió leche entera, y el resto la consumieron desnatada o semi. Y el sorprendente resultado fue que los primeros mostraban un índice de grasa corporal inferior al resto.
¿Y cuál es la causa de esta inesperada revelación? Pues lo cierto es que los investigadores aún no lo saben. Aunque los autores del estudio manejan la hipótesis de que la hipótesis de que los niños que bebían leche entera se sentían más llenos que los que bebían la misma cantidad de leche baja en grasa o descremada. De esa manera, los segundos, al quedarse con hambre, pueden ingerir más alimentos con alto contenido en calorías.
Vicente Fernández López