Si te gustan las setas, probablemente las habrás probado de todas las maneras: al horno, en revuelto, en estofado o con un poco de aceite y sal. Pero quizás hayas obviado una forma muy sencilla de prepararlas: al microondas. Según un nuevo estudio realizado por científicos del Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH), esta última es la mejor manera de cocinarlas.

¿Por qué? Según los investigadores del CTICH, quienes las cultivaron y las cocinaron de distintas maneras, en el microondas y a la plancha es la forma en que las setas pierden menos su valor nutritivo y antioxidante. En cambio, si se cocinan hervidas o en la sartén, ocurre justo lo contrario. Los hongos aportan a nuestro organismo vitaminas (riboflavina y niacina), fibra, proteínas de alta calidad y, además, son una fuente de diversos compuestos bioactivos que ayudan a regular nuestro sistema inmune (betaglucanos, polisacáridos, antivirales..).

El problema es que cuando las cocinamos, ocurre al igual que con las verduras, que se altera su composición y pierden gran parte de su valor nutricional. Según explican los investigadores en el estudio, publicado en International Journal of Food Sciences and Nutrition, el problema es que, cuando se introducen en un medio líquido (ya sea agua o aceite), a consecuencia de la lixiviación, varios de sus nutrientes con gran aporte nutricional pasan al medio líquido.

Los investigadores también aclaran que, si se hacen a la plancha, no pasa nada por añadir unas gotas de aceite, especialmente si este es aceite de oliva, ya que puede llegar a mejorar los ácidos grasos de la preparación final sin afectar a su aporte calórico.

Fuente: eurekalert.org

Rafael Mingorance