Aplicarse crema solar por todo el cuerpo es el pan de cada día para aquellos que se van de vacaciones en busca del sol, pero no todos están haciéndolo de forma adecuada. De hecho, hay partes de nuestro cuerpo que habitualmente quedan desprotegidas, porque no estamos acostumbrados a darles la loción que necesitan. Un ejemplo de ello, es la zona de los ojos. Sí, sabemos que las propias empresas que comercializan las cremas advierten de que no se deben aplicar cerca de ellos, pero menos daño hará un leve picor de ojos comparado con la posibilidad de desarrollar un melanoma en la piel.

En España hay razones de peso para darse crema en el rostro de forma correcta, ya que en los últimos 4 años, ha aumentado la incidencia del cáncer de piel en un 38%, lo que supone un incremento de casi el 10% anual. Según los datos más recientes de la Academia Española de Dermatología y Venerología, existen 4.000 nuevos casos de melanoma cada año, 116.380 pacientes con carcinoma basocelular, 17.500 con carcinoma espinocelular y 600 muertes anuales.

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Y ¿qué estamos haciendo mal? Un estudio realizado por la Universidad de Liverpool pidió a 57 personas que se aplicaran crema solar en su cara, pero sin darles instrucciones. Querían saber cómo lo hacían ellos habitualmente. Los resultados fueron preocupantes. Gracias a una cámara sensible a los rayos UVA vieron que las tres cuartas partes no habían tocado la zona de la esquina interna del ojo y el puente de la nariz. Por otro lado, un 13,5% de los párpados de los participantes se quedaron sin protección. Una zona que puede ser el origen de un cáncer de piel.

Los integrantes del estudio animan a la gente a usar gafas de sol, en caso de que les resulte engorroso darse crema por esa zona o no recuerdan hacerlo de forma habitual. El Dr. Kevin Hamill apunta que «es preocupante que a la gente le resulte tan complicado aplicarse protección solar en la cara, una zona que está particularmente en riesgo debido a la cantidad de exposición de sol que recibe. En todo caso, nuestro consejo es que usen gafas de sol. No solo nos protegen de los daños de los rayos UVA, sino que también reducen la posibilidad de desarrollar un cáncer a través del párpado».

Fuente: Telegraph

Alberto Pascual García