Viendo las fotos de las estrellas y las celebridades, resulta difícil creer que algunas de ellas puedan tener problemas con su imagen física. Pero es algo que también sucede. Y un buen ejemplo es el caso de Kim Kardashian quien, en una reciente entrevista, ha confesado que padece un trastorno llamado dismorfia, y que le afectan muchísimo las críticas y las burlas sobre su físico que realizan algunos usuarios de las redes sociales. Hay que tener en cuenta que Kim realizó estas declaraciones después de que se filtraran unas fotos suyas en bikini en las que se apreciaba que tenía celulitis. Pero, ¿en qué consiste realmente el trastorno que sufre?
La dismorfia corporal, también llamada dismorfofobia, es un trastorno relacionado con la percepción que una persona tiene de su propia imagen física. En algunos casos, estas personas se sienten acomplejadas por algún defecto físico que, aún siendo real, ellas magnifican de forma desmesurada. En otros casos, estas personas tienen una percepción errónea de su físico y, por ejemplo, se ven gordas o incluso obesas sin serlo. Pero el resultado es siempre el mismo: la persona que padece el trastorno se siente insatisfecha y avergonzada con su imagen física.
Se calcula que casi el 2% de la población sufre dismorfia y, aunque pudiera creerse que las mujeres son sus principales víctimas, lo cierto es que afecta por igual a ambos sexos. Este trastorno suele ir vinculado a otros de tipo alimenticio, y puede desembocar en cuadros depresivos y en actitudes de fobia social. Algunos estudios apuntan incluso que, alrededor de un 80% de los pacientes con este diagnóstico han acariciado al menos una vez la idea del suicidio.
Las personas que sufren dismorfia pueden estar constantemente mirándose en el espejo en un intento desesperado por ver desaparecer los defectos físicos que las atormentan o, por el contrario, evitan de forma enfermiza mirarse en ellos para no sentirse atormentadas.
Sería erróneo y muy injusto ver este trastorno como algo frívolo relacionado únicamente con el narcisismo, ya que las personas que lo sufren pueden ver afectada su vida sentimental y social (evitando el contacto con otras personas) e incluso la profesional.
Vicente Fernández López