La semana pasada ya os informamos de un estudio realizado por Roy Levin, ivnestigador de la Universidad de Sheffield, y cuyos resultados se publicaron en Clinical anatomy, sobre el orgasmod e próstata. Según este informe, estimular la próstata a través de la pared rectal puede crear sensaciones de éxtasis en los hombres que son excepcionalmente placenteras, a menudo superan a las obtenidas por la estimulación del pene. pues bien, ahora os relatamos también un sorprendente caso que se recoge en dicho estudio.
Se trata de un paciente de 73 años que comenzó a experimentar orgasmos de una intensidad casi brutal, en los momentos y situaciones más inesperadas, sin tener la posibilidad de controlarlo. Al paciente le habían diagnosticado una infección en la próstata y, por eso, los médicos le recetaron un fármaco llamado cialis, que se usa tanto para tratar infeccuiones del tracto urinario como la disfunción erectil. Y también le aconsejaron usar un masajeador para la próstata.
Lo que nadie se podía esperar es que el hobmre iba a comenzar a experimentar orgasmos involuntarios de forma intensa e incontrolable. La situación llegó a tal punto, que el paciente era capaz de tener un orgasmo sin necesidad de usar el masajeador, tan solo con tumbarse en la cama boca abajo.
Sin duda, se trata de un caso extraño, pero no único. De hecho, existe un nombre para este curioso síndrome: Desorden de Excitación Genital Permanente. Tan solo se conocen unos quinientos casos en todo el mundo, y la mayoría de ellos son mujeres. Quienes sufren ese síndrome experimentan orgasmos incontrolados. Las causas aún están siendo investigadas, pero algunos estudios las vinculan con el uso de ciertos fármacos, con la existencia de tumores en el cerebro o con enfermedades como la epilepsia.
Redacción QUO