Las ratas tienen un olfato privilegiado. Por ese motivo, en el año 2002, comenzaron a ser entrenadas en varios países africanos para que trataran de detectar la presencia de minas antipersonas. Aquel proyecto fue un éxito, lo que motivó a un grupo de médicos a preguntarse si el olfato de estos roedores también podría servir para detectar la tuberculosis.
Esta enfermedad tiene una gran incidencia en África, especialmente entre la población infantil. Los especialistas explican que la tuberculosis produce un olor característico similar al alquitrán, que resulta indetectable para el olfato humano, pero que no pasa desapercibido para las ratas.
Por ese motivo, un estudio realizado conjuntamente por las universidades de Leiden y Sokaine (esta última en Tanzania), ha tratado de comprobar la efectividad de estos animales para detectar esta enfermedad. Y los resultados revelaron que eran un 30% más eficaces que la mayoría de las pruebas de laboratorio que pueden realizarse actualmente en muchos países africanos.
Las pruebas revelaron que las ratas fueron capaces de detectar la enfermedad en 27 de 35 niños enfermos; en 177 de 500 adolescentes, y en 2.000 de 5.000 adultos. Unos resultados que revelan que su efectividad es mayor en el caso de los niños enfermos, y que decrece conforme aumenta la edad del paciente.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López