Dicen que a quien madruga dios le ayuda. Y, ahora, la ciencia, confirma que ese dicho tiene al menos algo de verdad, ya que un nuevo estudio realizado por un equipo del Weinberg College of Arts and Sciences, en Chicago, revela que las personas con hábitos noctámbulos tienen más riesgo que el resto de morir de forma prematura.
Los investigadores realizaron su estudio con unos 500.000 voluntarios, y observaron que aquellos que eran de hábitos nocturnos y, por tanto, se despertaban ya bien avanzada la mañana, tenían hasta un 10% más de posibilidades de fallecer en los siguientes seis años.
Los autores del estudio también observaron que estas personas tenán más posibilidades de padecer diversas enfermedades como la diabetes o trastornos gastrointestinales. Pero, ¿por qué esto es así? Los investigadores lo achacan a la existencia de un desajuste en los rimos circadianos de estas personas, que provoca que coman y duerman a destiempo, que tengan menos tiempo disponible para hacer ejercicio…
Afortunadamente, no todo es malo para ellos, ya que estudios anteriores han revelado que las personas noctámbulas tienden a ser más brillantes y creativas que las que nos vamos a la cama como las gallinas.
Fuente. IFL Science.
Vicente Fernández López
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