Fue en 2002 cuando una investigadora de la Universidad de Stirling llamada Paula Baille-Hamilton acuñó el término obesógenos para referirse a una serie de agentes químicos ambientales que podían contribuir a que engordemos. Los llamados obesógenos pertenecen al grupo de los disruptores endocrinos, sustancias químicas que interfieren con nuestro sistema hormonal causando alteraciones metabólicas que provocan, entre otras cosas, el aumento de peso.
Y, ahora, un nuevo estudio realizado por equipos de las universidades de Aveiro y Beira, en Portugal, sugiere que un hecho tan sencillo como el de descalzarnos antes de entrar en casa puede ayudarnos a evitar ese indeseado aumento de peso. Pero, ¿por qué? Pues por el hecho de que de esa manera reducimos la cantidad de agentes químicos contaminantes que introducimos en nuestro hogar.
Según los investigadores, los humanos ingerimos una media de 50 miligramos de polvo al día, y los niños pequeños el doble de esa cantidad. Por eso, lo mejor para evitar alteraciones metabólicas es evitar en lo posible la presencia de obesógenos en nuestro hogar. Por supuesto, nuestros zapatos no son la única fuente por la que esos agentes químicos pueden introducirse en nuestra casa. También están presentes en muchos productos cosméticos y de limpieza. Por eso, recomiendan reducir su uso al mínimo necesario.
Por supuesto, estas medidas por sí solas no van a hacer que perdamos peso (para eso es necesario cuidar la dieta y hacer ejercicio), pero pueden ayudarnos a evitar indeseados cambios metabólicos que nos hagan engordar más de lo esperado.
Fuente: Telegraph.
Vicente Fernández López