Las células tumorales tienen una capacidad para la supervivencia que las hace parecer inmortales. Pero, ahora un nuevo estudio realizado por un equipo del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, acaba de descubrir su punto débil.

La investigación ha revelado que este tipo de células acostumbran a acumular daño y mutaciones en su ADN, que podrían destruirlas. Pero una proteína llamada p38alfa se encarga de salvarlas, desencadenando un mecanismo que repara su ADN. E, igualmente, han comprobado que cuando se bloquea la acción de dicha proteína, las células mueren.

Los investigadores realizaron su experimento con un modelo que producía los llamados tumores de mama triple negativo, una variedad que supone el 15% de los casos de cáncer de pecho, y para la cual el único tratamiento es la quimioterapia. Luego, combinaron esa terapia con el uso de inhibidores de la proteína p38 alfa, y comprobaron que el efecto era muy potente, provocando la muerte de muchas células tumorales y haciendo que los tumores se redujeran de tamaño.

fuente: SINC.

Vicente Fernández López