El asco tiene un matiz subjetivo, pero también hay una base común en casi todos los seres humanos, que compartimos el mismo sentimiento de repulsión hacia ciertas cosas. Diversas teorías explican que se trata de un mecanismo evolutivo (existente tanto entre los animales como entre los humanos) que nos ha ayudado a sobrevivir, ya que nos permite mantenernos alejados de las fuentes que pueden provocar graves infecciones.
Ahora, un equipo de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) ha realizado un estudio para intentar averiguar cuales son las cosas que le provocan más asco al ser humano. Los autores de la investigación realizaron experimentos con más de 2.500 voluntarios, a los que les propusieron diferentes escenarios con situaciones y objetos susceptibles de causar asco. Y los resultados mostraron que, de forma casi unánime, las cosas que más repulsión provocaban eran:
1. Las heridas en carne viva y con pus.
2. Tener que comer comida podrida.
3. Las prácticas sexuales de riesgo.
4. Los parásitos.
5. Los animales enfermos.
6. Tener que mantener contacto físico con personas sin higiene corporal.
Según los autores del estudio, los resultados parecen confirmar las teorías existentes sobre el origen evolutivo del asco como herramienta para la supervivencia. Y es que todas las opciones pueden vincularse con alguna forma de contagio de graves enfermedades.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López