Acabamos de conocer la noticia de que una mujer de Arkansas sufrió la amputación de una de sus piernas, a causa de la mordedura de una araña muy especial. Inicialmente, los primeros síntomas fueron una herida ulcerosa y una ligera cojera. Los médicos le recetaron antibióticos, pero al cabo de unos días, el dedo gordo del pie se gangrenó y tuvo que ser amputado. Fue la primera de las siete intervenciones a las que tuvo que someterse, y que se saldaron con la pérdida total de la pierna.
La araña que le había picado era una reclusa parda, cuyo nombre científico es Loxosceles reclusa. Se trata de una de las arañas más comunes en Estados Unidos y México, y se caracteriza porque posee un veneno necrótico, que puede causar heridas ulcerosas en la piel, y también en los órganos, si llega a penetrar en el torrente sanguíneo.
En el caso de los adultos sanos, los síntomas suelen desaparecer sin demasiada complicación después de varias semanas de tratamiento con antibióticos. Pero las consecuencias pueden ser peores para los niños y personas con un sistema inmune débil. Y en el caso de la mujer de Arkansas, se dio la fatalidad de que era diabética, lo que agravó las secuelas de la picadura.
En los casos más severos, como este, el veneno de la reclusa parda puede causar heridas que se vuelven gangrenosas y que incluso acaban con la muerte del paciente. Afortunadamente, hasta la fecha la presencia de esta araña no ha sido detectada en España.
Fuente: CNN.
Vicente Fernández López