La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el Toxoplasma gondii, un parásito que transmiten especialmente los gatos. Algunos estudios anteriores revelaron que los ratones infectados con este microorgnaismo desarrollaban comportamientos más temerarios, perdiendo su miedo innato a los gatos y llegando incluso a sentirse atraídos por las feromonas de los felinos.
Por ese motivo, un equipo de la Universidad de Colorado quiso averiguar si el parásito podía producir un efecto similar en los seres humanos. Y lo que descubrieron fue la existencia de un hipotético vínculo entre esta infección y la toma de riesgos en el ámbito económico.
Los investigadores realizaron su estudio con estudiantes universitarios y profesionales del mundo de los negocios. Y lo que observaron fue que los 1.500 estudiantes infectados por el Toxoplasma gondii, eran hasta 1,4 veces más propensos a realizar estudios relacionados con el mundo de la economía y la empresa, que los que no estaban infectados. Igualmente, los casi mil profesionales que también eran portadores, eran hasta una 1,7 veces más propensos a emprender su propio negocio o aventura empresarial.
Para completar el estudio, los investigadores compararon los ratios de infección y de emprendimiento en 42 países, descubriendo que los segundos eran mayores donde también lo eran los primeros. ¿Quiere esto decir que la infección de un parásito puede influir en el desarrollo económico de un país?
Desde luego, resulta muy aventurado decir que sí, aunque los autores sugieren que existe un vínculo entre ambos factores. Pero hay que tener en cuenta que este estudio es observacional, y que no permite establecer una relación causa efecto. Por eso, la coincidencia entre la infección y los niveles de emprendimiento puede deberse a la influencia de otros muchos factores. Y el estudio en sí solo demuestra que los casos de infección por esteparásito son mayores entre los estudiantes de economía y empresariales, que entre otros grupos (tal vez porque a estos les gustan más los gatos… quien sabe).
Lo más interesante de este estudio es, por tanto, que sugiere que la infección puede provocar cambios en nuestro cerebro, que nos lleven a asumir más conductas de riesgo.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López