Tienen los síntomas de un enfermo crítico, pero no sufren. Son los pacientes de una UCI muy particular, la del Laboratorio de Simulación Clínica de la Facultad de Medicina de Barcelona, que reproduce un entorno real de cuidados intensivos donde practican los estudiantes sin riesgos para el enfermo.
A su cargo tienen una decena de maniquíes con capacidad para mostrar diferentes reacciones clínicas (cambios respitatorios, hemodinámicos, neurológicos, etc.).
Cada sesión se graba; luego, se analiza el seguimiento de los protocolos médicos y lo acertado o no de las decisiones que se han tomado con cada uno de los “enfermos”.
Redacción QUO