El gran dilema en los trasplantes pediátricos, particularmente cuando lo que hace falta es un corazón, es que solo un niño puede salvar a otro niño. Hace falta un corazón pequeño, del tamaño del receptor. Y los donantes niños son escasos. Así, para Benjamín, un bebé de ocho meses, se habría agotado el tiempo de espera si no hubiera sido porque en el Hospital Madrileño de La Paz decidieron implantarle un Berlin Heart, un dispositivo artificial que suple las funciones del corazón y alarga el tiempo de espera. Ahora, el corazón dañado de Benjamín solo es un receptáculo por donde pasa la sangre. El doctor Gutiérrez-Larraya, jefe del Servicio Cardíaco Pediátrico del Hospital La Paz, explica a Quo en qué consiste el Berlin Heart, imprescindible para que Benjamín siga vivo: “Es una esfera en cuyo centro hay una membrana que absorbe y bombea la sangre. De esa esfera sale una cánula que va cosida al ventrículo izquierdo, y otra que va a la aorta del niño. Desde un ordenador se regula cómo se mueve esa membrana, y por tanto, la frecuencia cardíaca”.

Para ver el vídeo da click en la imagen.

UNA OPORTUNIDAD

Gracias al Berlin Heart, Benjamín tiene una «prórroga» que le permite seguir vivo, hasta ocho meses más, a la espera de un corazón de verdad, de su tamaño, que le de una nueva oportunidad.

EN QUIROFANO

Benjamin ingresó el 8 de mayo en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos. Estaba en estado crítico. El 31 de mayo le llevaron al quirófano para implantarle el Berlin Heart, un corazón artificial externo.
En la foto, el momento en que le llevan al quirófano.

ESTE ES EL CORAZÓN DAÑADO

Este es el corazón dañado de Benjamín. Sufre una miocardiopatía dilatada, enfermedad del músculo cardíaco que afecta a las cavidades del corazón, debilitándolas y reduciendo su capacidad para bombear sangre al resto del organismo. Ésta es una de las principales causas de insuficiencia cardíaca y el motivo más común para necesitar un trasplante cardíaco

ESTE ES EL CORAZÓN ARTIFICIAL

De la semiesfera sale un cánula que va cosida al ventrículo izquierdo, y otra que va a la aorta del niño. Está conectada a un ordenador desde el que se regula el movimiento de la mebrana interior, que es la que bombea la sangre. La frecuencia cardiaca debe regularse en función de la actividad del bebé. No es constante.

CONECTADO AL VENTRICULO IZQUIERDO

La mecánica del corazón artificial es una asistencia al ventrículo izquierdo, al derecho o a ambos. En el caso de Benjamín, se ha conectado al ventrículo izquierdo e impulsa la sangre hacia la aorta.

SEIS HORAS EN QUIRÓFANO

La operación la realizó el equipo del doctor Fernando Villagrá, jefe de servicio de Cirugía Cardíaca Infantil en el transcurso de una intervención que se inició a las 9 horas y finalizó a las 15.15 horas. La experiencia adquirida por este equipo le ha permitido realizar todo el proceso en seis horas frente a las doce que duró la primera intervención realizada hace cuatro años.

750 CASOS EN EL MUNDO

El corazón artificial, Berlin Heart, antes de ser implantado. Hasta el momento se han implantado en el mundo un total de 750 dispositivos de este tipo a niños en 132 centros hospitalarios de 30 países. En España se han colocado 17, de los cuales siete han sido en el Hospital Infantil de La Paz, con un 67 por ciento de supervivencia, y el resto en los hospitales Gregorio Marañón de Madrid, Vall d’Hebron de Barcelona y Reina Sofía de Córdoba