Mamá, ¿qué era la caries?”  Tal vez en un futuro no muy lejano los padres tengan que acudir a los libros de historia médica para explicar a sus hijos esa enfermedad que llenaba las consultas de los dentistas. En los últimos años, la odontología ha vivido una revolución que ha tocado de lleno todos sus campos: desde la ortodoncia hasta la implantología. Nuevos materiales cada vez más resistentes, regeneración con células madre y sistemas digitales que escanean la dentadura para hacer la prótesis sin cubeta. Metidos de lleno en el siglo XXI, estas son algunas de la novedades que nos darán a todos “dientes de actor”.

La caries sigue siendo el talón de Aquiles. A pesar de que la mayoría de los dentistas se muestran escépticos, hay quienes insisten en que tiene los días contados. Dos son las investigaciones más avanzadas en este campo. Alejandro Mira, investigador del Centro de Salud Pública de Valencia, lleva años trabajando en una vacuna contra las malditas bacterias que se cargan tu esmalte dental.

Todo empezó por una curiosa coincidencia: “Un día, una amiga me dijo algo que me impactó: ‘¡Desde que estoy con mi novio, él ya no tiene caries!’ Y lo vi claro: ella era la que le pasaba su bacterias buenas”. Hace siete años, comenzó esta fascinante investigación. “Hemos comparado las bacterias en boca de ese 10% de población que jamás ha tenido caries con las del resto de los mortales que las hemos sufrido y hemos llegado a la conclusión de que las buenas matan a las malas”.

En la boca humana se han descrito unas 500 bacterias, y solo unas pocas producen ese ácido letal que destroza el diente. Aún no se han iniciado los ensayos clínicos en humanos, pero según Mira, hay varias multinacionales interesadas en este proyecto. “Hemos hecho pruebas en una boca artificial ubicada en Holanda, lo más parecido en el mundo a una de verdad, y los resultados son sorprendentes”, confirma el investigador valenciano. La idea es meter estas bacterias, ya patentadas, en un probiótico como el yogur, o incluso en los chicles. “Calculo que en 5 años estará en el mercado”, vaticina.

El profesor universitario e investigador Vicente Torres, a través de la empresa Future Teeth, en colaboración con el centro tecnológico Aido, está desarrollando un innovador método basado en la tecnología láser que “blinda” los dientes para eliminar la caries. “La caries se produce porque el diente es permeable y el ácido láctico de las bacterias desmineraliza el esmalte. El láser lo impermeabiliza al hacerlo más liso y más resistente”. Solucionará para siempre el problema de la caries en solo 4 horas. “Es una técnica sin dolor y sin anestesia”, asegura Vicente Torres.

Verlos crecer
La mayor revolución en el campo de la odontología afecta, sin embargo, a la implantología. La OMS calcula que alrededor de 240 millones de personas en el mundo no tienen dientes. Si eres de los que necesitan cambiarse alguna pieza dental, has de saber que, tal vez, estés de suerte.  “Regenerar dientes a partir de células madre es, a día de hoy, una quimera, aunque sea posible con animales de experimentación. Colocarle a un paciente células madre y esperar 4 años a que le salga un diente del cual desconocemos la forma, el color y la dirección no es nada eficaz”, resume el investigador vasco. “No lo veo factible en los próximos 20 años”, concluye. De hecho, unos de los grandes problemas es que los dientes creados a partir de células madre humanas crecen mucho más lentamente que los realizados a partir de células de ratón. El camino es, sin embargo, imparable. “La regeneración del diente será el gran avance de este siglo”, augura el doctor Navarro Eduardo Anitua. Lo esperamos.

Las prótesis son otra de las patas de la odontología. Los grandes avances en este campo están relacionados con la reciente aparición de los sistemas digitales para escanear los dientes a la hora de hacer las prótesis. Esto dice adiós a las arcadas que produce introducirte una cubeta y pasta en la boca para que te hagan el molde del diente que te falta. Los nuevos sistemas toman impresiones digitales de tu dentadura, hacen un molde virtual y perfecto con un sencillo escaneo intraoral (IO). El nuevo sistema permite colocar un implante sin abrir la encía. “Ya no es necesario hacer incisiones, la intervención se reduce a unos minutos, el postoperatorio es casi inexistente y mejora los resultados estéticos”, explica el doctor José Luis Navarro, presidente del Colegio Oficial de Odontólogos de Cataluña. 

 
¿Y qué novedades hay en los cepillos? Nada sustituirá, al menos en los próximos años, a un buen cepillado. En eso coinciden todos los expertos. Sin embargo, los fabricantes se han puesto las pilas. Hace solo unos meses se presentó en Tokio el Misoka, un cepillo de dientes para que solo tengas que lavarte la boca una vez al día. El secreto es la parte superior de los pelitos del cepillo, revestida con un nanomineral gracias al cual se eliminan restos y la superficie del diente se vuelve hidrofílica. La combinación de los nanominerales y la saliva hace que el sarro resbale y se diluya.

Y además, ecológico
Otro invento salido del imaginario nipón es el Soladey-J3X de Shilken. El cepillo funciona con energía solar y no necesita pasta dentífrica. Posee un pequeño panel solar que transmite energía a través de un cableado interno. Los electrones resultantes reaccionan con un ácido que se encuentra en la boca y crean un componente químico que rompe la placa bacteriana. Sus inventores aseguran que gasta lo mismo que una calculadora solar. 

El Guardian Toothbrush es aún un prototipo, pero ya ha sido galardonado con el premio Red Dot. Se trata de un cepillo que cuenta con una pequeña cámara de vídeo (se ilumina con leds) que graba los dientes y el resto de la boca al tiempo que te cepillas. A continuación, los refleja en un espejo diseñado para la ocasión.

Todo sobre ti

Mike McAlpine, ingeniero de la Universidad de Princeton (EEUU), ha desarrollado un sensor fabricado en grafeno (carbono de un átomo de grosor) que se aplica al diente como si se tratara de un tatuaje dental y que es capaz de determinar enfermedades gracias a las bacterias presentes en el aliento. Los sensores van sobre una película de seda y son implantados sobre la superficie dental como si se tratara de una etiqueta de radiofrecuencia. De momento se ha probado en dientes de vaca, mucho más grandes que los humanos. El siguiente paso, reducir el tamaño.

Bricolaje bucal

El tejido más duro del cuerpo humano es el esmalte dental. ¿Qué material puede   sustituirlo si se corroe o rompe? El circonio, un tipo de cerámica de alta resistencia, y el silicato de litio han ganado la partida. “Son  muy resistentes y su color es parecido al original”, recuerda Miguel Hernández, profesor de Odontopediatría de la Universitat de Barcelona. Ahora, un equipo de investigación del Instituto de Química del Vidrio en Alemania, liderado por el el profesor Otto-Schott, está trabajando en nuevas cerámicas con estructura nanocristalina. “La cerámica de vidrio a base de magnesio, aluminio y silicio es cinco veces más resistente que cualquier otra cerámica conocida hasta la fecha”, aseguran. Junto a ellos, el titanio puro sigue siendo la estrella por ser el material más biocompatible.

Implantes

Tratamiento con un implante unitario para sustituir una pieza dental dañada.

Moda vampiro

La última moda en Japón es la imperfección dental. El fenómeno se llama yaeba, que significa “doble diente”, por el efecto estético que produce tener los colmillos salidos.

Gracias, Hanako

Tiene aspecto femenino, mueve la cabeza, saliva, relaja los músculos de la cara, pone los ojos en blanco y se queja si le hacen daño en la boca. Hanako es un robot humanoide salido del imaginario de un grupo de ingenieros de la Universidad de Showa, en Tokio, dirigidos por el investigador japonés Atsuo Takanishi, pionero en la fabricación de robots con forma humana. Su objetivo: mejorar la formación de los dentistas y estudiantes. 

El cepillo del futuro

El Soladey J3X no necesita pasta de dientes y consume lo mismo que  una calculadora.

Cabeza de Titanio
En material  biocompatible.
Cuerpo metálico
Incluye un cable interno.
Panel solar
El motor del cepillo.