Trátala con mimo

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No hay que pincharla ni aplastarla; los jugos que salen pueden quemarse.

Poco hecha, por favor

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No hay que dejarla muy hecha: queda más dura y aumenta la concentración de cancerígenos. El punto perfecto es cuando el centro alcanza los 59 grados.

Aderezar el menú

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Marinar la carne ayuda a reducir la formación de cancerígenos.
Mucho mejor, además, si el marinado no contiene azúcar.

Vuelta y vuelta

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Hay que dar la vuelta con frecuencia a las piezas mientras se cocinan.

Mejor carne magra

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Se debe elegir carne magra, porque cuando cae grasa a las brasas puede producir llamas y humo, que aumentan los componentes cancerígenos.

Zonas prohibidas

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Mejor eliminar la grasa visible de la carne antes de cocinarla, y no comer las partes ennegrecidas.

Temperaturas altas, no

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Hay que evitar someter a la carne a temperaturas muy altas, como ocurre cuando se fríe por inmersión o se hace a la brasa.