El hallazgo de un tóxico cancerígeno, óxido de etileno, en un aditivo común en los helados, amenaza al producto estrella del verano

Pero no son todos los helados, y hay otros muchos productos bajo sospecha

Cómo ha llegado un tóxico cancerígeno a los helados

Todo comenzó casi un año atrás. A finales de agosto de 2020, en Bélgica detectaron semillas de sésamo contaminadas. En varios lotes de semillas importadas de la India encontraron altas concentraciones de óxido de etileno. Esas semillas de sésamo, antes de saber que estaban contaminadas, se habían distribuido desde Bélgica hacia 33 países (24 de ellos miembros de la UE), España entre ellos. Este sésamo se consume cada vez más en occidente, desde las barritas energéticas, el humus, e incluso como ingrediente añadido a las ensaladas. Con el caso de las semillas de sésamo contaminadas, estalló la crisis del óxido de etileno.

En los últimos días de junio, en España, se detectaron partidas contaminadas con etileno, pero esta vez eran de semillas de algarrobo, usadas para fabricar una harina y con ella la llamada goma garrofín, un conocido aditivo alimentario, el E-410. Ya estamos cerca de llegar a los helados. Esas semillas de algarrobo, originarias de Turquía y contaminadas con óxido de etileno, llegaron a la multinacional americana Cargill, fabricante del citado E-410, uno de los componentes de la materia prima más vendida para todo, Lygomme FM4605, base de la fabricación de helados para darles textura.

E-410 es un espesante y gelificante que se consigue moliendo y tostando semillas de algarrobo, y está en tal cantidad de alimentos que la lista de productos bajo sospecha, en este momento, en Francia supera los 7000. Los helados son solo la diana, con E-410 se producen los zumos, el queso de untar, y un largo etcétera de productos, muchos de ellos destinados a niños.

Y así ha sido como las semillas contaminadas con óxido de etileno han dado la vuelta al mundo y han llegado a los helados en España. De Turquía a EE.UU, de EE.UU a Europa y a España, en un viaje que ejemplifica el comercio mundial de alimentos.

El etileno es cancerígeno

El óxido de etileno es un gas, y se emplea, entre otras muchas cosas, como pesticida en los cultivos. En Europa está prohibido en agricultura, pero no en países asiáticos como la India. También se utiliza para esterilizar, especialmente material médico o de laboratorio, ya que es capaz de eliminar microorganismos indeseables. Es un eficaz desinfectante porque daña el ADN de los microorganismos, y es precisamente eso lo que le convierte en cancerígeno y peligroso para la salud humana. Así, el camino más lógico de su presencia en las semillas que llegaron de la India es que se utilizó allí como pesticida en sus cultivos.

A partir de septiembre de 2020, empezaron a llover las alertas de óxido de etileno en productos destinados a la alimentación humana, recogidas por Rapid Alert System for Food and Feed-RASFF, procedentes de 24 países de la Unión Europea, entre ellos España, que ha emitido 38 alertas.

Son tantas, que recuerda al año 2017, cuando en Alemania y Holanda se retiraron millones de huevos del mercado debido a la presencia de un pesticida no permitido llamado fipronil.

No todos los lotes del aditivo E410 estaban contaminados, por lo que los productos que están en el mercado son seguros y cumplen con la legislación vigente”

La Comisión Europea, tras varias reuniones mantenidas con los responsables designados para la Seguridad Alimentaria en los Estados miembros, entre los que se incluyen la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), ha optado por prohibir definitivamente los alimentos que contenga el aditivo alimentario E410 con indicios de haberse visto contaminado por un pesticida. Así que, no son todos, solo aquellos productos cuya elaboración ha incluido semillas que pueden estar contaminadas.

En España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición emitió  una nota informativa sobre la alerta por la presencia de ETO (óxido de etileno) en el aditivo E410, en la que aseguraba que «los niveles de óxido de etileno en los alimentos son muy bajos y están por debajo del límite legal de 0.02 microgramos por kilo». También que «los alimentos contaminados con óxido de etileno han sido retirados del mercado. No todos los lotes del aditivo E410 estaba contaminados, por lo que los productos que están en el mercado son seguros y cumplen con la legislación vigente».

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