Kim Peek es autista. Puede leer dos páginas de un libro al mismo tiempo, una con cada ojo; toca el piano como un virtuoso y su capacidad matemática rivaliza con los ordenadores más sofisticados. Aprende sin esfuerzo cualquier disciplina, pero si le pides que se abroche los botones de la camisa, está perdido. Nació con una cabeza desproporcionada; tras varios análisis, los médicos detectaron que había una bolsa de agua en la parte derecha del cráneo. Su cerebro carece de hemisferios: forma una masa que fue estudiada con resonancias magnéticas por la NASA. Gracias a Kim, sabemos que la mente se adapta a cualquier situación compensando las carencias con habilidades insospechadas.
Redacción QUO