Dos pesos pesados (literalmente hablando) de la política internacional han decidido enfrentarse abiertamente ante el mundo entero como si de un patio de instituto se tratase. Teniendo en cuenta que hablamos de villanos de la talla de Kim Jon-Un y Donald Trump, a nadie le extrañará la situación, claro.

Los hechos tuvieron lugar durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, donde el presidente de los Estados Unidos, en uno de sus acalorados discursos, lanzó varias amenazas dirigidas a Corea del Norte y su estrafalario mandatario, aumentando la tensión que ya previamente se respiraba en el ambiente.

Entre sus avisos, Donald Trump amenazó con «destruir por completo» Corea del Norte, como si el mundo se tratase de un tablero de Risk y los civiles que habitan allí fichas de plástico inerte. Por si esto fuese poco, Trump aumentó el tono y se refirió a Kim Jong-Un como el «hombre cohete», intentando hacer una torpe y poco graciosa referencia hacia las pruebas de misiles balísticos intercontinentales que está llevando a cabo el mandatario norcoreano (con el consecuente enfado de sus vecinos de Japón).

Según las propias declaraciones del presidente norteamericano, «el hombre cohete se ha metido en una misión suicida». Además, aseguró que Kim Jong-Un es una amenaza potencial para todo el mundo y que «una gran cantidad de vidas podrían perderse» (al parecer ahora sí valora las vidas).

Aunque razones no le faltan para pensar así del mandatario norcoreano, quizás sea mejor para el presidente y para el resto del mundo que deje el asunto en manos de sus diplomáticos. ¿No te inquieta saber que una parte de tu futuro depende de estos dos?

Vía: The New York Times

Redacción QUO