Gracias a series de TV como Bones, todos conocemos la “tensión sexual no resuelta” (apodada por los guionistas como TSNR). ¿Pero cuál es el mecanismo cerebral responsable de mantener esa atracción que no se consuma? La región conocida como área tegmental ventral libera dopamina, una de las hormonas del placer, que estimula cuatro puntos del cerebro (el núcleo accumbens, el septum, la amígdala y la corteza prefrontal), y provoca el deseo sexual.

La sensibilidad erógena ante la visión de otra persona es un mecanismo psicobiológico previo a cualquier contacto. Está condicionado por la testosterona en ambos sexos, y por otros factores cerebrales-cognitivos y ambientales que despiertan el deseo de consumar. No se considera un instinto. Al compararse con el hambre, la sed y el sueño, estos últimos continúan aun en situaciones extremas, mientras que la tensión sexual desaparece por completo.

Detectamos tensión

Manifestaciones físicas que difícilmente la dejarían pasar inadvertida.

  • Aumenta el flujo sanguíneo que hace que se contraigan las venas de la región abdominal, lo que ocasiona una sensación similar a un cosquilleo en el estómago.
  • Es habitual sentir taquicardia, respiración entrecortada y enrojecimiento.
  • En la mujer, la vagina se lubrica y los pezones se ponen firmes.
  • En el hombre, mayor sensibilidad en los testículos y el perineo, y erección del pene, que puede aumentar hasta 3 veces su tamaño.
  • Las pupilas se dilatan. Este es un signo muy evidente y con gran poder de atracción para el sexo opuesto.
  • En general, los cinco sentidos se hipersensibilizan. Por eso, la tensión sexual crece cuando intervienen estímulos olfativos, auditivos, táctiles, gustativos y visuales.
  • El cerebro recibe esta tensión activando el sistema límbico, que es el área que regula tanto el placer como el dolor.
Si no se resuelve
Para ellos: La tensión sexual no resuelta acaba desbordándose con erecciones y poluciones nocturnas, o proyectada sobre otras personas. Para ellas: Hay momentos álgidos y declives relacionados con su ciclo menstrual. Cuando este finaliza, las hormonas les dan un respiro.

El suspense prolonga la pasión

Una investigación en la Universidad Stony Brook de Nueva York ha convertido la tensión sexual en la clave para prolongar la pasión más allá de los veinte años de convivencia, burlando la teoría que mantiene que el proceso neuroquímico del enamoramiento empieza a apagarse a partir del primer año. La idea es establecer en la pareja premisas de relación que alimentan la tensión sexual: cierto riesgo de pérdida, erotismo, seducción permanente y sensualidad cotidiana.

Tensión de cine
[image id=»17911″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»] James Bond y la secretaria de su jefe, la señorita Moneypenny, siempre están tirándose los tejos, pero al final… nada de nada.
[image id=»17912″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»] ‘Casablanca’ Tensión sexual en blanco y negro. Humphrey Bogart e Ingrid Bergman perdurarán en la memoria del celuloide como metáfora de la pareja que no pudo ser. El debate está entre el amor y la virtud.
[image id=»17913″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»] ‘El secreto de sus ojos’. En la película de Campanella, también hay una historia de tensión sexual no resuelta entre la pareja protagonista. ¿Será este el secreto del Oscar recibido a la mejor película extanjera?
[image id=»17914″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»] ‘El baile’, de Edgar Neville. Una mujer casada que no puede consumar su matrimonio porque quiere ser fiel al hombre que ama. Pero tampoco se acuesta con él, porque no quiere engañar a su marido. Al final, huye tras decir a sus enamorados: “Gracias por vuestro amor.”
[image id=»17915″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»] ‘Luz de luna’, otro ejemplo de serie basada en este concepto. Sus secuelas: Bones, El mentalista, etc. Empatizamos con los protagonistas, pero no tenemos la traba mental que ellos sí tienen al ser compañeros.
Entrevista a Miguel Angel Cueto

[image id=»17910″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]
Director de Cepteco, Centro Psicológico de Terapia de Conducta, y secretario general de la Federación Española de Sociedades de Sexología.
“A veces, los demás perciben esta tensión más claramente que uno mismo”

¿Cuánto deseo hay en la tensión sexual?
Digamos que el deseo es su expresión corporal. Dos personas que sienten atracción mutua desprenden tensión sexual. Algunos autores la definen como la presencia de un estado de excitación anterior a un interés sexual manifiesto, independientemente de que seamos conscientes de esa atracción. Puede que los demás la perciban más claramente que uno mismo.

¿Seducción y tensión son sinónimas?
La tensión es muy importante en una buena seducción, ya que nos llevaría a elaborar formas de seducción variadas para conseguir el objetivo que se pretenda.

Redacción QUO