Las gafas basadas en cristales de luz polarizada se han popularizado gracias a las películas en 3D. Parece muy moderno, pero los vikingos podrían haber utilizado ya este tipo de cristales para orientarse. Así lo señala un artículo de la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B.

Los vikingos eran hábiles navegantes – llegaron a América antes que Cristobal Colón – a pesar de no conocer la brújula magnética. Los relatos legendarios, como la saga de Sigurd, hablan de una “piedra solar” que usaban para conocer la posición del Sol cuando la nieve o las nubes impedía una visión normal.

En 1967, el arqueólogo danés Thorkild Ramskou sugirió que esta piedra podría haber sido un cristal polarizador como el espato de Islandia, una forma transparente de calcita común en Escandinavia. Sin embargo, esta hipótesis fue cuestionada por algunos científicos.

En el artículo recién publicado, Gábor Horváth, investigador óptico de la Universidad de Eötvös en Budapest, y Susanne Åkesson, ecóloga de migraciones de la Universidad de Lund en Suecia, dan los detalles de sus investigaciones desde 2005 sobre esta posibilidad. Tras poner a prueba dichos cristales en diferentes condiciones meteorológicas adversas similares a las que se pudieron encontrar los vikingos en sus lugares de navegación, los investigadores aseguran que, si bien la polarización no era fuerte, podría haber proporcionado a los vikingos una información útil.

El artículo no es una prueba definitiva, porque entre otras cuestiones, como sugieren otros científicos, los vikingos y los primeros navegantes medievales combinaron diversos sistemas de observación para orientarse. Además, todavía no ha aparecido ninguna prueba arqueológica de un drakkar con uno de estos cristales a bordo.

Redacción QUO