El doodle (Un dibujo con el que el buscador intercambia su logo para conmemorar algunas fechas) de Google de hoy es tan «incendiario» como ilustre. Hoy, el rey de los buscadores dedica su logo a Robert Bunsen, uno de los científicos más conocidos de la Historia y conocido también como el «padre del mechero», a quién le debemos inventos tales como la pila (que lleva su apellido), su método de separación de metales por electrodeposición o el famoso mechero Bunsen o quemador, una herramienta indispensable que no falta en casi ningún laboratorio científico, ya que permite claentar diferentes muestras y reactivos químicos.
Este químico de procedencia alemana, nació en Gotinga en 1811. Estudió en su cuidad de nacimiento y completó sus estudios de química en Berlín, Viena y París. En el año 1833 aceptó la Cátedra de Química que le ofreció la Universidad de Gotinga con motivo del reemplazo del Profesor Friedrich Wóhler. Aunque también practicó la docencia en Marburgo, Breslau y por último en Heidelberg, donde creó una célebre fundación dedicada a la educación de químicos y físicos.
Este ilustre científico, no dejó tampoco atrás la oportunidad de formar parte de una expedición científica a Islandia en el año 1864, donde pudo estudiar en profundidad los fenómenos volcánicos. Gracias a esta expedición y su consecuente investigación, Bunsen más tarde crearía la primera cafetera –convencional– del mundo.
Aunque uno de sus mayores descubrimientos se debe al método de análisis espectral que realizó en colaboración con Kirchhoff. Este trabajo, pasado los años, llegaría a demostrarse como uno de los más fecundos y poderosos métodos descubiertos en el campo de la física atómica y la astronomía. Incluso también se le debe el descubrimiento, gracias al empleo de este último método, de dos nuevos elementos químicos: el rubidio y el cesio.
Este último estudio realizado con Kirchhoff puede leerse en El análisis químico mediante observaciones espectrales, publicado en 1861.
Gracias Google por recordarnos hoy a este ilustre científico. Sin duda, todo un «incendiario» de la Ciencia.
Redacción QUO