Se trata de una inyección con un compuesto de colágeno que se aplica en el punto G para aumentar el placer. El G-Shot es uno de los tratamientos del Instituto de Rejuvenecimiento Vaginal de David Matlock, en Los Ángeles, y cuenta con el respaldo de la Food and Drugs Administration (FDA). Requiere anestesia local y no produce dolor. Antes de inyectar, el médico localiza el lugar exacto donde se encuentra el punto G. Durante cuatro meses garantiza a la paciente una vida sexual mucho más intensa, con detonaciones orgásmicas insólitas.
Redacción QUO