En 2011, un grupo de delincuentes robó medio millón de euros en Alemania. Y, ahora, siete años después, la policía ha averiguado dónde podría estar enterrado ese dinero, gracias a unos simples ácaros.

Esta sorprendente investigación comenzó cuando las autoridades lograron detener a uno de los miembros de la banda. En los interrogatorios, el detenido aseguró que él y sus compinches habían enterrado el botín en algún lugar de España. Pero hubo un detalle que le delató.

El delincuente llevaba consigo algunos de los billetes robados, que fueron enviados a los laboratorios de la Universidad de Reading para su estudio. Los análisis revelaron la presencia de un microorganismo llamado Rhizoglyphus howensis. Se trata de un tipo de ácaro que no vive en Europa y que es típico de Asia.

Tras ese hallazgo, el detenido volvió a ser interrogado, confesando que el dinero realmente estaba enterrado en Tailandia. Y sabiendo cuáles son las especies de árboles en cuyas raíces habitan, han sido capaces de delimitar el área en la que el botín podría estar escondido.

Fuente: IFL Science.

Vicente Fernández López