El caso del envenenamiento del ex agente ruso Sergei Skripal ha desatado en Gran Bretaña la paranoia sobre el espionaje ruso. Y en medio de esa tormenta, acaba de publicarse un documento elaborado por la Henry Jackson Society, un think tank de ideología conservadora que revela que (supuestamente) Londres estaría lleno de espías al servicio del Kremlin.
Según dicho informe, nada menos que la mitad de los rusos que residen en la capital británica estarían vinculados a los servicios secretos de dicho país. Entre las supuestas pruebas que sustentan tal acusación, estaría el testimonio de un expatriado ruso llamado Vladimir Ashorkov.
De dar por bueno dicho informe, significaría que 75.000 rusos asentados en Londres, estarían dispuestos a ponerse a disposición de la inteligencia del gobierno de Putin. Por supuesto, no serían más que meros informantes ocasionales, al servicio de los auténticos agentes secretos.
Hay que decir que el MI5, el servicio secreto británico encargado de la seguridad interna del país, se ha tomado esos datos con escepticismo. La posibilidad de que la mitad de los rusos residentes en Londres sean potenciales espías, les parece exagerada.
Eso sí, fuentes del organismo admiten que el número de funcionarios rusos destinados en Reino Unido y vinculados a los servicios secretos, ha aumentado desde finales de la guerra fría, pasando del centenar que tenían fichados a principios de los 90, a más de los quinientos que al parecer hay en la actualidad.
Fuentes: Telegraph y Times.