Las ruinas de Pompeya siguen deparando sorprendentes y fascinantes hallazgos. El más reciente de todos es el cuerpo extraordinariamente conservado, de un caballo que murió durante la erupción del Vesubio, que destruyó la ciudad en el año 79.

Los restos del animal han aparecido en los establos de la llamada Villa de los Misterios, junto a los cuerpos de otros equinos. Pero lo que llama especialmente la atención de este, es que tenía puesta la silla de montar, lo que indica que estaba listo para escapar llevando a su propietario.

Los arqueólogos piensa que los animales murieron asfixiados por la nube de humo y cenizas que arrojó el volcán.

Este descubrimiento se suma a otros igualmente espectaculares, que se han realizado en meses recientes. El pasado verano, apareció el esqueleto de un hombre que fue decapitado por una enorme piedra. Y hace unos meses se encontró un fresco erótico que recrea el mito de Leda y el cisne.

Fuente: BBC.

Vicente Fernández López