Entre tus amigos ¿hay alguien que hable mucho de dinero o comida? Si es así, según el investigador principal del estudio, Jeffrey Hancock, de la Universidad de Cornell en Nueva York, tienes motivos para preocuparte, pues podrías estar frente a la naturaleza depredadora de un psicópata.

Los investigadores de la Universidad de Cornell en Nueva York, han identificado el patrón por el que se expresan esta clase de enfermos mentales, lo cual, según Hancock, podría servir como una nueva herramienta de diagnóstico para ayudar a policías o cuerpos de seguridad a identificar asesinos u otra clase de psicópatas peligrosos para la sociedad.

Al parecer, aquellos que cuando hablan tropiezan mucho con el clásico «umm» o «ahh», «ehh,» etc., deben ser tratados con precaución, al igual que aquellos que muestran una gran falta de emotividad. Este es el patrón clásico del psicópata: una persona desapegada del mundo y de los suyos, que parece que las emociones no pasan por ella y que habla mucho de preocupaciones básicas como comida o dinero, lo que según los psiquiatras indica el inconfundible egoísmo que afecta a esta clase de enfermos y que no es más que un reflejo de su sentido de la propiedad: «todo es algo ‘suyo’ que poder tomar», afirman.

Para realizar el estudio, Hancock contó con 52 asesinos convictos, de los cuales 14 de ellos fueron clasificados como psicópatas. Tras un análisis exhaustivo mediante un software que analiza los patrones del habla, los investigadores concluyeron que los psicópatas son «emocionalmente planos», que carecen de empatía por los sentimientos de los demás, y que además, están libres de cualquier clase de remordimientos. «Los psicópatas se comportan utilizando el mundo para su propio beneficio, y emplean el engaño y una fingida emoción para poder manipular a otros«.

En cuanto al patrón lingüístico, las palabras de los sujetos experimentales indican que los psicópatas utilizan más conjunciones como «porque», «desde» o «para que». También utilizan el doble aquellas palabras relacionadas con las necesidades físicas, tales como la comida, el sexo o el dinero, mientras que los no psicópatas utilizan más palabras acerca de las necesidades sociales, incluyendo la familia, la religión o la espiritualidad.

«Estos hallazgos nos abren nuevas ventanas a la mente del psicópata, lo que nos permite inferir que la visión del psicópata frente al mundo es fundamentalmente diferente del resto de la especie humana», concluyeron los investigadores.

La investigación ha sido publicada en la revista impresa de Legal and Criminological Psychology.

Redacción QUO