Las batidas contra la nicotina no han hecho mella en quienes ensalzan el tabaco como fetiche sexual: hay quien abraza la idea de alcanzar el orgasmo con una bocanada de humo sobre el clítoris o una felación con una boca llena de caliente humo. El smoking fetish, una práctica sexual extravagante, pero real para muchos, se ha puesto de moda.

Redacción QUO