En 1853, George Crum era el chef de Moon’s Lake House, en Saratoga Springs, EEUU. Crum no tenía fama de tener buen carácter, y la aparición de Cornelius Vanderbilt en el restaurante desencadenó uno de los inventos más famosos de la historia.
El señor Vanderbilt pidió un plato de patatas fritas, que en inglés se denominan french fries. Vanderbilt devolvió el plato argumentando que eran demasiado gruesas y estaban poco hechas. Crum cortó las patatas mucho más finas y las frió más tiempo, pero Vanderbilt era la horma de su zapato y las devolvió de nuevo porque aún eran demasiado gruesas. Harto de Vanderbilt, Crum decidió cortarlas tan finas y freírlas tanto que fuera imposible pincharlas con el tenedor sin romperlas, además de sazonarlas con excesiva sal.
Se las sirvieron a Vanderbilt esperando que, con razón, no quedara satisfecho, pero a Venderbilt le volvieron loco. Crum montó su propio restaurante, donde servía sus famosas “Saratoga Chips”.
Redacción QUO
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