Seguimos informando desde el TED en Edinburgo. Y esto es un no parar de novedades. En esta oportunidad hablamos de educación, astronomía y colaboración en redes.

“La diferencia no es el dinero, ni el número de alumnos por clase. Son los profesores”. Andreas Schleicher es el director del Informe PISA, un estudio iniciado por la OCDE para comparar la calidad de la enseñanza a los 15 años en más de 70 países. Los datos son poderosos, y cuando el primer estudio apareció en 2000, dejando a la vista las deficiencias del sistema educativo, algunos gobiernos reaccionaron. Finlandia es la primera de la lista. Alemania pasó del puesto 21 al 8. ¿Cómo está España? En el mismo periodo descendió del puesto 18 al 23. Es importante prestar atención.
¿Qué es Anonymous? La antropóloga Gabrielle Coleman cuenta como uno de sus miembros lo define como “ultra coordinated motherfuckary” (hijoputez ultracoordinada). Sin embargo la coordinación no proviene del liderazgo, sino de la colaboración. Los miembros de Anonymous se organizan (de forma caótica) para entrar en ordenadores de gobiernos, robar documentos y publicarlos, como el vídeo secreto de Tom Cruise hablando de la Iglesia de la Cienciología, o atacar a una persona en concreto encargando cientos de pizzas en su nombre por Internet (sin pagarlas). Anonymous no es un monstruo, sino un enjambre. Por eso los esfuerzos de la policía por “detener a la cúpula” son tan ridículos.
Imagínate un programa secreto de la NASA para acabar al mismo tiempo con los problemas de energía y con el calentamiento global. Puede sonar a ciencia ficción, pero Johnathan Trent está trabajando para hacerlo realidad. Su arma secreta: enormes bolsas de plástico llenas de agua sucia.
El proyecto se llama Omega, y la idea es fabricar enormes bolsas de plástico y rellenarlas con aguas residuales de las ciudades, dejando que las algas crezcan en su interior, dejándolas que floten en el mar. Las algas absorben CO2 (reduciendo el efecto invernadero) y producen oxígeno. Las algas se pueden usar para fabricar biocombustibles, con un rendimiento mucho mayor que la soja o el maíz, y sin ocupar tierra arable. Poner el proyecto en marcha tomará algún tiempo, pero como dice Trent, “no tenemos demasiado”.

Redacción QUO