En su juventud, Katrina Leung (a quien vemos en una foto actual) fue una agregada del consulado chino en Washington. La CIA encargó a un atractivo agente, cuyo nombre clave era John J. Smith, que la sedujese para sonsacarla. Durante años, Mr. Smith y Mrs. Leung fueron amantes, sin que los americanos supieran que en realidad era ella quien le había seducido, y él quien le pasaba la información.

Redacción QUO