¿Son extravíos de juventud o artimañas sentimentaloides del cine que casi todo primer beso surja después de una larga secuencia de retozo, jugueteo y carcajadas? Al parecer, responde a un principio elemental, pero con mucho fundamento, en la psicología humana: “Quien te hace reír te hará gemir”. Y con este axioma, Rubén Turienzo, consultor y profesor universitario de Liderazgo Social, da paso a un tratado sobre el buen humor en el amor que lleva por título: Smile 2. Actitud positiva para parejas radiantes.

“El amor y el humor son una pareja de hecho”, explica Turienzo. “Cuando las parejas dejan de reír juntas, comienzan a andar por separado. En pareja, la risa es tan íntima como el sexo.”

Y no hay mejor afrodisíaco. La energía que se transmite con una carcajada provoca el deseo. “Quien no te hace reír”, insiste Turienzo, “te podrá dar buenos momentos, pero nunca existirá esa generosidad y entrega completa que hacen que el sexo no se quede en gimnasia”.

Como ejemplo, un experimento de la Universidad de Toronto. Las parejas que realizaron juntas una actividad divertida evaluaron su relación como más satisfactoria que las parejas del grupo de control a las que se encomendó una tarea agradable pero no graciosa. Y curiosamente, las personas que puntúan alto en tests del sentido del humor, y especialmente en estilos de humor positivos, puntúan también alto en aspectos clave de la vida en pareja como la inteligencia, la creatividad, la intimidad y la empatía.

La risa es el mayor afrodisíaco

El profesor de Psicología Positiva en la Saint Louis University Eduardo Jáuregui lo señala como una de las claves del arte de amar. “Compartir la risa y las emociones positivas”, dice, “no solo une a las personas, sino que además es esencial en la seducción. Por eso es uno de los criterios más buscados”.

Según Jáuregui, la risa aumenta la atracción mutua, igual que reírte de los chistes del otro aumenta tu propio atractivo. “Si una de las dos personas ríe o bromea, y la otra se ríe, su risa funciona como una señal de interés hacia la primera. La coincidencia entre estas risas también indica a ambas personas un mismo modo de pensar y sentir, una afinidad o similitud. Y este es el mayor afrodisíaco que existe”.

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Pero, ¿no nos enseñaron que quien bien te quiere te hará llorar?

“Al revés”, responde Jáuregui. “Las personas con las que más nos reímos son las que más amamos. Y viceversa. A largo plazo, las parejas que ríen y bromean juntas son más duraderas y están más satisfechas”.

Jáuregui, autor también de Amor y humor, aporta algunas ideas para vivir el sexo de manera divertida. Empezando por el cortejo, la estrategia más clásica es el tonteo, ese juego de mensajes ambiguos que expresa la atracción por el otro medio en broma, parte en serio.

El doctor Sigal Balshine, de la Universidad McMaster, en Ontario (Canadá), baraja la posibilidad de que el sentido del humor en humanos pudiera haber surgido como un ornamento para atraer a la pareja –como la cola del pavo real–, indicador de cualidades intelectuales que podrían pasar a su descendencia.

Pero no todo humor es válido. Si implica burla, sarcasmo o malicia, y convierte a nuestra pareja en víctima, entonces aleja al otro. “Cualquier humor”, dice Eduardo Jáuregui, “es válido mientras mantengamos el respeto por la otra persona y por uno mismo. El humor es como el arte: cada uno tiene sus gustos”.

Depósitos en el banco emocional

¿Pero cómo se puede tomar con humor abrir la nevera y encontrarse, una vez más, la botella de leche vacía, o si te organiza la agenda sin consultarte y te pregunta lo mismo cien veces porque no te presta la mínima atención? En estos casos, Rubén Turienzo plantea desenmarañar el conflicto buscando alternativas con un toque de humor. “No hay situación que no merezca una sonrisa, ni un episodio vital que no pueda ser tomado con optimismo”.

Esto es sencillo cuando uno vive la fase inicial del enamoramiento. “Después”, aconseja Turienzo, “hay que esforzarse por ser mejores en nuestra individualidad para ofrecerlo a nuestras parejas y llenar de experiencias la relación”. Turienzo propone un banco emocional que garantice la equidad. “Es decir, si pides, da. Si necesitas, ofrece. Si exiges, cumple. Si no quieres frialdad, calienta la relación”. Lo mejor es cuidar qué se dice y cómo se dice.

Tener pareja es sano, pero no de cualquier manera. Igual que caminar es sano, siempre que no lo hagas a 40ºC a las dos del mediodía en agosto.

En su libro Smile, Turienzo ha ideado 69 días de terapia ininterrumpida con actividades divertidas. Por ejemplo, besar de pies a cabeza los cuerpos, usar la piel como lienzo y pintarse mutuamente, una sesión de fotos sexys, jugar con una pluma o hablar largo y tendido de sexo sin tocarse. “El sexo con humor es confianza, creatividad y esa chispa que provoca que la relación rezume vida, esplendor y alegría”.

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¿Quién no se hapreguntado alguna vez…

… Cómo puedo desarrollar cierta gracia?
El humor debe cultivarse fijándonos, por ejemplo, en los absurdos que nos rodean o tomando como fuente la comedia. Y segundo, poniéndola en práctica. No se trata tanto de ser gracioso como de divertirse jugando. La cama es justo ese espacio.

… Reírse de uno mísmo es atractivo?
Es precisamente el humor más valorado, según un estudio publicado en la revista Evolutionary Psychology. El humor con autocrítica resulta muy seductor y suaviza las discusiones de pareja; por eso las personas que se ríen de sí mismas resultan más deseables.

… Qué situaciones puede salvar?
El humor nos facilita cambiar una situación a nivel emocional, desdramatizándola y poniéndola en perspectiva.

… El humor resuelve conflictos?
Reír permite tomar cierta distancia y un mayor control de esas emociones dañinas que asoman en los momentos de conflicto. Facilita reconsiderar la situación.

Esto es lo que les hace gracia
Hombres y mujeres procesan las bromas de manera diferente

ELLAS

  • Las mujeres disfrutan menos del humor cuando son ellas el motivo de risa.
  • La capacidad de un hombre de producir humor es un factor atractivo a corto y largo plazo.
  • La región analítica del cerebro femenino está más activa y permite que realice un examen más minucioso de cada chiste que oye. Pero si descubre que la historia es graciosa, se deleita más con él que un hombre.
  • A la hora de elegir, prefieren historias divertidas y juegos de palabras a los relatos humorísticos. Tan marcada es esta inclinación para las féminas que solo el 10% de sus risas son provocadas por un chiste.
  • Si están con un humor bajo o sometidas a un gran estrés, pierden el apetito sexual.
  • A veces por complicidad y códigos, tienden a bromear más con otras mujeres que con su pareja.

ELLOS

  • A los hombres no les hacen ninguna gracia los chistes que se burlan de ellos. Sienten que eso menoscaba su inteligencia y reduce su atractivo. Esto impide que a menudo sepan reírse de sí mismos.
  • Los hombres muestran mayor predisposición a la risa y no diferencian entre juegos de palabras o chistes.
  • Les encanta que las mujeres festejen sus bromas, lo que hace que aumente la atracción.
  • Teniendo en cuenta los encantos intelectuales y los atractivos físicos, uno de los atributos que más valoran en la mujer es su sentido del humor. Aunque estén faltos de él, no se altera su apetito sexual.
  • Pueden reírse de cualquier persona y disfrutar con sus apodos e insultos. Pero no siempre reciben de buen humor aquellos que aluden a su hombría y los insultos de personas recién conocidas.

Redacción QUO