Así apodaban durante la Guerra Fría a Markus Wolf, el jefe de la Stasi alemana, ya que nadie logró saber cuál era su aspecto hasta que en 1978 un fotógrafo logró retratarle en Ginebra. Se dice que la película La vida de los otros está ligeramente inspirada en su figura. De hecho, Markus se enamoró apasionadamente de Annekathrin Bürger, una actriz de la Alemania del Este a la que tenía que vigilar. Cuentan que se obsesionó tanto con ella que utilizaba su poder para mantener alejado a cualquier potencial amante.
Redacción QUO