Twitter está dando un giro inesperado a las relaciones sexuales y da cabida a una sorprendente variedad de prácticas, celebración del sexo y modos de flirteo.

Maratones de sexo oral y orgías salvajes

Para la psicóloga Martina González Veiga, vocal de la Sociedade Galega de Sexoloxía: “Twitter es una de las redes sociales que nos abre el abanico de posibilidades a la hora de ligar. Nos permite relacionarnos de manera inmediata y concisa, y de mostrar lo mejor de nosotros mismos al mundo, también a nivel erótico”. Esta plataforma naturaliza el sexo, rompe tabúes y añade sentido del humor a las relaciones. “Constituye”, añade González Veiga, “una herramienta fabulosa para romper el hielo y atrevernos a hablar de modo más distendido que si lo hiciésemos en persona. El anonimato y la posibilidad de crear tu propio avatar también ayudan, puesto que se obtiene información de la otra persona mucho más deprisa”.

Si pudiésemos tomar la temperatura sexual de una población por medio de lo que aparece en los mensajes de texto, el termómetro seguro que reventaría, sobre todo en momentos concretos, como ocurre el Día del Orgasmo Femenino. La red social se convierte entonces en un hervidero de ideas, sugerencias y opiniones, con tweets divertidos y muy osados. Y de inmediato, el asunto pasa a ser trending topic. Triunfan las promesas sexuales, sobre todo en épocas de campeonatos de fútbol. Así, muchos usuarios asistieron en verano a los maratones de sexo oral de una estrella de porno chilena, que acostumbra a comprometerse con todo aquel que lo desee siempre que su equipo gane. Fiel a su palabra, cumple dando prueba de ello en su cuenta con escenas en directo, comentarios e imágenes.

Las orgías más desenfrenadas se organizan hoy desde esta red, que proporciona datos sobre la hora, el precio y el lugar del encuentro sexual con absoluta confidencialidad. Normalmente se celebran en hoteles, y los participantes tienen entre 30 y 60 años. Y hay también quienes se han habituado a transmitir su vida sexual con el morbo y la minuciosidad de un reality show. La cantante irlandesa Sinéad O’Connor tuiteaba hace un tiempo: “Necesito desesperadamente un hombre con hambre de sexo dulce. Debe tener una barba de tres días”.

Para acabar con la timidez

La investigación científica, aunque aún es pobre, ha añadido una buena razón que avala el uso de esta plataforma para menesteres sexuales. El neuroeconomista Paul Zak comprobó que los niveles de oxitocina, la hormona del apego, después de tuitear subieron un 13,2%, al tiempo que las hormonas del estrés se redujeron un 10,8%. Estos datos significan que para nuestros cerebros interactuar con la gente a través del ordenador o el móvil es tan real como la presencia virtual. Se sabe también, gracias a una encuesta del sitio de encuentros OkCupid, que los usuarios de Twitter se masturban más, por el alto contenido sexual que se puede encontrar en esta red.

El sociólogo Francesc Núñez Mosteo entiende que estamos ante una nueva dimensión de la sexualidad que abre puertas en la manera de entender el erotismo: “Más abierta, libre y variada. Es un hábito rompedor, pero natural para quienes son nativos en las redes sociales”.

Núñez Mosteo va más allá: “En la sexualidad que se practica en la red hay un claro deseo de ser admirado y de resultar atractivo. Es cierto que el lujo del cuerpo a cuerpo es exclusivo, pero las redes sociales amplían la capacidad de salvar la frontera de espacio y tiempo, y de expandir tu sensualidad. Se establece un feedback erótico muy sugerente. Y como la respuesta no es inmediata, el comportamiento es mucho más desinhibido y atrevido”.

Pero en internet también hay mucha desinformación, que hace que los usuarios acaben con las mismas dudas que antes y no sepan en qué direcciones encontrar contenidos fiables. Quienes cargan sus cuentas de contenido sexual a menudo se definen como escritores eróticos, comunicadores y consejeros sexuales… Entre ellos, encontramos nombres tan explícitos como @laspornógrafas, @pélvica, @sexitosas y @sexodatos, que encienden las redes con tweets como el de la polémica argentina Annalisa Santi y sus Diez mandamientos del sexo oral: “Mirar fijamente a los ojos, empezar despacio, usar las manos también, jugar con todo el pene…”

Sin que uno llegue a obsesionarse por la seguridad, también es importante ser precavido. La psicóloga Martina González lanza una advertencia: “Tenemos que ser conscientes de que las cosas que colgamos son difíciles o imposibles de eliminar, y en las redes estamos dando mucha información y dejamos un registro de nuestro pasado tanto sexual como afectivo”.

Redacción QUO