La cofundadora de la web The Huffington Post, Arianna Huf-fington, necesitó desmayarse de cansancio y sufrir una fractura en el mentón, como consecuencia de un golpe con el escritorio, para descubrir que dormir es importante. Tras el percance, empezó a estudiar sobre el sueño y contactó con numerosos científicos, que despertaron su curiosidad sobre una actividad que ocupa un tercio de la vida del ser humano.

“Hace poco estaba cenando con un tipo que se jactaba de haber dormido solo cuatro horas la noche anterior. Y yo tenía ganas de decirle, pero no lo hice, ¿sabes qué? Si hubieses dormido cinco horas, esta cena habría sido mucho más interesante”, señaló Arianna Huffington en una breve intervención organizada por la plataforma TED. Entre las risas de las asistentes, Arianna dejó claro que el feminismo llegará a la cima “literalmente durmiendo más”.

Hoy, el “mandato” de dormir más llega con insistencia desde todos los expertos en salud. Hacer hincapié en que dormir cura más que cualquier fármaco es el lema de la World Association of Sleep Medicine (WASM). Concienciarnos de la importancia de dormir requiere iniciativas como crear el Día Mundial del Sueño (14 de marzo).

En un país como España, donde entre el 30 y el 40% de la población es insomne transitoria y el 5% de ella toma varias veces durante la semana hipnóticos para dormir, la búsqueda de una solución que ayude aconciliar el sueño se ha convertido en una necesidad. En nuestro país, el acto de dormir se empieza a tomar en serio desde el punto de vista médico. Ya existen 34 unidades de sueño acreditadas por la Sociedad Española del Sueño donde se desarrolla una labor de tratamiento importante, pero se necesitan más recursos económicos para dedicarlos a la investigación y para crear nuevos planes de formación. “¿Sabes cuánto tiempo de mi carrera dediqué al estudio del sueño? No más de diez minutos”, se lamenta el doctor Terán Santos, director de la unidad de sueño del Hospital Recoletos de Burgos.

Para Terán Santos, carece de sentido que entre los derechos de los pacientes no figure dormir bien. “Esta actividad es violentada por la temperatura ambiental, el ruido, la luz y los ritmos de trabajo establecidos; de tal manera que, aunque no tengas fiebre, te van a despertar a las 6 de la mañana para ponerte el termómetro. Es absurdo”.

Los especialistas del sueño reivindican, desde hace años, la necesidad de estudiar el acto de dormir como una disciplina transversal que afecta a múltiples especialidades, y que es la causa de fondo de muchos de los males que nos llevan a acudir al médico en busca de un fármaco. Reivindican la medicina del sueño como una importante cuestión de salud pública.

[image id=»66490″ data-caption=»La cofundadora de la web The Huffington Post, Arianna Huffington. es una defensora del sueño: “La sociedad pone demasiado énfasis en la riqueza y el poder, y lo que la gente necesita espoder dormir”.» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Alargar la vida sin salir de la cama
Se ha visto en pruebas de laboratorio que los ratones mueren antes por falta de sueño que por falta de comida. En humanos, son muchos los efectos comprobados: “Mientras dormimos, los niños segregan la hormona del crecimiento y los mayores regeneran sus músculos. Además, favorecemos el incremento de las conexiones neuronales y permite que nuestro sistema inmunitario se mantenga en buenas condiciones”, argumenta Francisco Segarra, psicólogo de la Clínica del Sueño Estivill.

El doctor Eduard Estivill escribe en su libro Que no te quiten el sueño (Ed. Planeta): “Como la piel se regenera en las fases más profundas del sueño, envejecemos más deprisa si no alcanzamos ese dormir. De hecho, uno de los secretos de belleza de las modelos, antes de un desfile o una sesión fotográfica, es disfrutar de un sueño largo y reparador (las recurridas 8 horas)”.

Dormir permite mantener nuestra atención, nuestros sistemas naturales de alerta, y es imprescindible para el aprendizaje y la memoria. Cuando dormimos, el cerebro trabaja fijando en la memoria lo que hemos aprendido durante el día y elimina aquello que considera de poco valor. El sueño cumple una función restauradora mientras el cuerpo se mantiene en reposo.¿Y cuántas horas debemos dormir? Pues la media recomendada está entre las 7 y las 8 horas diarias, y la naturaleza nos ha diseñado para dormir solo por la noche.

El riesgo de las cinco horas
Cinco horas diarias de sueño o menos entraña serios riesgos que incrementan las probabilidades de sufrir cáncer de colon, enfermedades cardíacas y obesidad, según concluye un trabajo realizado por investigadores británicos de las Universidades de Cambridge, Harvard, Manchester, Oxford y Surrey.

Incluso se ha descubierto que la clave para una vida larga consiste en gozar de una buena calidad de sueño. O al menos, eso es lo que vienen a demostrar Danan Gu, Jessica Sautter, Robin Pipkin y Yi Zeng en la obra Sociodemographic and Health Correlates of Sleep Quality and Duration among Very Old Chinese.

Dichos autores entrevistaron a 15.638 personas mayores de 65 años de las 22 ciudades más grandes de China. Resultó que el 65% de los participantes dijeron que su calidad de sueño era “buena” o “muy buena” dedicando a dormir casi 7,5 horas diarias. Entre el numeroso grupo de entrevistados había 2.800 ancianos con más de 100 años. El 70% de ellos expresó que dormir les resultaba una experiencia gratificante.

El físico y matemático Ian Pearson, quien estudia el futuro del sueño para la compañía hotelera Travelodge, cree que se fabricarán tejidos inteligentes; como, por ejemplo, sábanas conectadas a sensores que harán realidad todos los escenarios que se sueñen. Según Pearson, en el año 2030 los despertadores se conectarán a nuestros ciclos de sueño y nos invitarán a abrir los ojos en el momento oportuno. Pero antes de que los sueños de Pearson se hagan realidad, podríamos empezar por irnos un poco antes a la cama. Que descanséis.

Rafael Mingorance