Desde hace una década, el cine de Woody Allen se ha alejado del Nueva York contemporáneo, una ciudad que se había convertido en el auténtico personaje central de su filmografía. Con vocación de director viajero, el cineasta ha
[image id=»66881″ data-caption=»Woody allen ya casi no aparece en sus propias películas. De sus últimos diez filmes, solo salió como actor en uno.» share=»true» expand=»true» size=»S»]ido encontrando la inspiración en otras ciudades (Londres, París, Barcelona…) y también (en algunos de sus últimos filmes) en otra época: los locos años veinte.
Ya en Medianoche en París nos propuso un cuento en el que el protagonista viajaba por medio de su imaginación al luminoso París de los 20 para codearse con Hemingway, Scott Fitzgerald, Dalí y Buñuel. Ahora, en su nueva película, Magia a la luz de la luna, Allen regresa a esa década extravagante, aunque cambia el escenario, que en
este caso es la campiña inglesa en lugar de la capital francesa.
Colin Firth interpeta al protagonista, un genio del ilusionismo (inspirado vagamente en el legendario Houdini) entregado en cuerpo y alma a una auténtica cruzada: desenmascarar a todos los farsantes y charlatanes del mundo de la magia. Por ese motivo, acepta la tentadora oferta de pasar un fin de semana en una aristocrática casa de campo para observar de cerca cómo opera una famosa médium y ponerla en evidencia. Pero el amor surge entre ambos y lo altera todo…
[image id=»66880″ data-caption=»Un émulo de Houdini. Colin Firth caracterizado como mago oriental.» share=»true» expand=»true» size=»S»]Magia, romance, intriga y humor son los ingredientes de esta película, concebida como un cuento que, según su propio autor, pretende rendir un sincero homenaje a autores tan diversos como Oscar Wilde, Noël Coward y Agatha Christie.
El propio Woody Allen ha explicado que: “Esta es, junto con La Rosa Púrpura del Cairo, mi película más ingenua y más abierta a la fantasía. Es un intento de recrear un mundo encantador que ya no existe y que solo conocemos a través de un estilo de novelas y películas que ya tampoco se hacen. ¿Me estaré volviendo nostálgico con los años?”
Redacción QUO