El diseñador italiano Antonio Vittori y el diseñador suizo Andreas Vogler son los responsables del proyecto Warkawater que pretende paliar la sequía en una de las zonas más áridas del planeta Etiopía. Consiste en fabricar unas torres que constan de una estructura de bambú fácilmente ensamblable que no requiere la ayuda de maquinaria. En su interior cuentan con un tejido transpirable basado en el nylon, capaz de recoger la humedad del aire, y que permitirá recolectar entre veinte y treinta litros de agua en una sola noche. Suficiente para abastecer a una familia de siete miembros.
El diseño se inspira en los warka, unos árboles autóctonos del país, alrededor de los cuales los miembros de las comunidades indígenas se reúnen y conversan y transmiten conocimientos de generación en generación. Cada una de estas torres cuesta una media de cuatrocientos euros. Un precio muy inferior al de las bombas estractoras de agua, cuyo coste ronda los mil euros. Gracias a ellas tener agua será un poco más sencillo para las aldeas etíopes.
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Redacción QUO