La fiebre ecologista llea a la marca italiana de la mano de un vehículo propulsado por metano. El Grande Punto acaba de ser presentado en sociedad con un motor de gasolina 1.4 8 válvulas y 70 caballos que puede ser alimentado por gas natural o gasolina. Entre los dos depósitos –84 litros el primero y 45 el segundo– puede recorrer 1.000 kilómetros sin repostar y sin que las emisiones superen los 115 gr/C02 por kilómetro.
Las principales ventajas del metano respecto al diesel se basan en que no emite partículas y los óxidos de nitrógeno son inferiores en un 90%. Su superioridad respecto a la gasolina radica en que los óxidos de nitrógeno son inferiores en un 50% y una disminución de las emisones de C02 en un 23%.
Redacción QUO