Según ha revelado un estudio realizado por la Universidad de Plymouth, la enfermedad de Chron o la psoriasis no son algo actual, sino que podrían haber tenido origen en un antepasado común de los neandertales, los hombres modernos y los homínidos de Denisova, y habrían llegado hasta nuestros días pasando de una especie a otra.
Los investigadores analizaron y compararon restos de las tres especies anteriormente citadas, y buscaron secciones de ADN que hubieran desaparecido de los genomas de estos individuos a lo largo de la evolución (denominadas supresiones).Tras los análisis, determinaron que las tres cuentan con las mismas supresiones que provocan la aparición de la psoriasis y la enfermedad de Chron.
Los autores del estudio creen que esta herencia podría haber permanecido en el tiempo debido a que, en su momento, dichas enfermedades eran beneficiosas de alguna manera para nuestros antepasados o, simplemente, no les perjudicaban como anosotros. Esto es debido a que ambas enfermedades son trastornos autoinmunes, y en un entorno rico en patógenos, como en el que vivían los neandertales, tener un sistema inmunológico muy activo puede ser positivo, pues puede aumentar las posibilidades de una respuesta autoinmune.
Y para que lo entendamos bien, los investigadores ponen el ejemplo de la anemia falciforme, otra enfermedad que pudo ser muy útil para ayudar a nuestros antepasados a sobrevivir ya que, aunque hace que sea más difícil para los glóbulos rojos transportar el oxígeno por el cuerpo, tiene el efecto positivo de que previene la aparición de otras enfermedades más graves como la malaria.
Redacción QUO