En el mundo de lo reallities shows parecía que ya se había visto todo, pero no es así. Ahora, una cadena estadounidense de televisión ha anunciado su intención de emitir un exorcismo en directo en un programa especial el próximo 31 de octubre, fecha en la que los americanos celebran la Noche de Halloween.

El programa comenzará con una visita a la casa donde, supuestamente, sucedió el caso de posesión diabólica que inspiró la película El exorcista. Dicha mansión tiene fama de estar encantada, y la cadena televisiva tiene previsto introducir un psíquico en la morada para que trate de contactar con las fuerzas malignas que allí moran.

Será un delicioso entremés para el plato fuerte de la función: la retransmisión de un exorcismo en vivo y en directo. Lamentablemente, aún no han trascendido más datos sobre el ritual en cuestión, por lo que no sabemos ni quien será la persona poseída (aunque desde aquí apostamos a que será una mujer, que siempre tiene más morbo) ni quien se encargará de liberar su cuerpo. Lo que es seguro es que no faltarán las contorsiones, las impreciaciones y todo tipo de fenómenos paranormales.

Está claro que alguien en dicha cadena debió pensar: «si la película sigue dando miedo, ¿cómo no va a darlo un exorcismo auténtico?». Realmente, lo que da miedo es que alguien tenga semejantes ideas. Pero, lo cierto es que las posesiones diabólicas parecen haberse puesto de moda de nuevo, si es que alguna vez dejaron de estarlo. Tal y como ya informamos en Quo en el reportaje Epidemia de posesiones diabólicas, en 2013, el entonces cardenal arzobispo de Madrid, Rouco Varela, había nombrado ocho nuevos exorcistas ante la avalancha de presuntos casos de posesión en dicha comunidad.

En 1999 se presentó en Roma el nuevo ritual del exorcismo que, como principal novedad, incluía la distinción entre exorcismos menores y mayores. Para los primeros bastaría con rezar las preces. Pero, para los segundos, el ritual sería más complicado.

Para que se considere que una persona está poseída por el diablo se exige el cumplimiento de una serie de condiciones. La más importante es que la medicina y la ciencia no sean capaces de dar una explicación convincente a la raíz de su mal. Se intenta así descartar que la víctima sufra algún tipo de enfermedad mental. Luego, el poseído ha de evidenciar una serie de síntomas: hablar lenguas extrañas, la aparición de estigmas, poseer una fuerza y agilidad espectacular, sentir aversión hacia todo lo sagrado…

Una vez que se ha aceptado que la persona está poseída por una fuerza diabólica se inicia al ritual, que ha de ser oficiado por un sacerdote, asistido por un ayudante, que no tiene que ser obligatoriamente un religioso. El exorcista ha de lucir una estola de color morado (en el antiguo ritual era negra), y el lugar donde va a realizarse la ceremonia tiene que estar presidido por una imagen de la Virgen. Igualmente, dicha estancia ha de ser rociada con agua bendita que puede estar mezclada con sal, para simbolizar así la unión del hombre con Dios.

El ritual puede prolongarse varias horas, durante las cuales el sacerdote pronuncia una serie de largas oraciones y letanías, hasta llegar a la célebre Oración del Exorcismo, que comienza así: «Te declaro anatema, Satanás, enemigo de la salvación humana;
reconoce la justicia y la bondad de Dios Padre, que, con justo juicio, condenó tu soberbia y tu envidia: apártate de este siervo a quien Dios hizo a su imagen, colmó con sus dones y adoptó como hijo de su misericordia».

Si el exorcismo tiene un «final feliz» y la persona queda liberada, el antiguo poseído recibe la bendición final.

La ciencia ya ha mostrado en numerosas ocasiones su rechazo e incredulidad ante el fenómeno de las supuestas posesiones diabólicas, que califica de pura superstición. Pero está claro que los ejecutivos de la televisión han preferido dejar la razón aparcada a un lado y abrazar la causa de la superstición, que cotiza mejor en el share. Si finalmente se emite el exorcismo en directo, ¿alguien tiene dudas de que hará muy buenos índices de audiencia?

Redacción QUO