Hasta hace poco, las evidencias de canibalismo sexual eran pocas y difíciles de interpretar. Pero investigadores del CSIC han descubierto no solo que es frecuente (un tercio de tarántulas mediterráneas, Lycosa tarantula, lo hace), sino también útil. Las hembras que devoran a los machos aumentan su éxito reproductivo. Las féminas que practican el “aquí te pillo, aquí te como” tienen más descendencia y de mejor calidad que las que solamente se alimentan de presas, según asegura el biólogo Jordi Moya.
Redacción QUO