El rockero británico Ozzy osbourne ha hecho del exceso la esencia de su vida. El pasado verano, con motivo de la presentación de sus memorias, confesó que se había pasado cuarenta años de su vida borracho, y otros tantos colocado. Esa declaraciones motivaron que los investigadores de una empresa llada Knome, dedicada a estudios y análisis genéticos, le pidiera una muestra de sangre para analizar su ADN, con la intención de descubrir el secreto que le ha permitido disfrutar de tan buena salud pese a haber llevado tan mala vida.

Y lo que descubrieron fue que Ozzy tenía un linaje genetico que le emparentaba (lejanamente, eso sí) con los neanderthales. «Hemos detectado un fragmento del cromosoma 10 de Ozzy que es genéticamente idéntico al de los neanderthales», explicó Nathaniel Pearson, uno de los autores de los análisis.

Aunque lo más importantes fue que los investigadores también descubrieron que el rockero presentaba una «variante inusual» en uno de los genes responsables de procesar el alcohol, que podría haber ayudado a Osbourne a sobrevivir durante los años en que bebió hasta cuatro botellas de coñac al día (según sus propias declaraciones). Por si todo esto fuera poco, también descubrieron que el ADN de la estrella está emparentado con el de los antiguos habitante de Pompeya, y que es pariente lejano del bandido Jesse James y del zar Nicolás II.

¿Y qué dice el propio Osbourne de todo esto? Respecto a su parentesco con los neandertales ha dicho que eso era algo que ya intuían los policías de muchos países. En fin, ¿cómo era aquello de genio y figura…?

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Redacción QUO