La fascinación por el mundo marino y la necesidad de formar parte de él queda patente en la Cueva de los Nadadores (Cave swimmers), cerca de Libia. Este peculiar lugar se conoce en realidad como Wadi Sora, y está situado en el suroeste de Egipto, a lo largo del borde occidental de la meseta de Gilf Kebir.

La cueva se hizo famosa tras su aparición en la película El paciente inglés, dirigida por Anthony Minghella y ganadora de nueve premios Oscar. Aunque la que aparece en el film no es la auténtica, sino una escenografía que la recreaba.

Tiene 10.000 años de antigüedad y fue descubierta en 1933 por László Almásy. Este famoso explorador húngaro sugirió que podría tratarse de una escena de la vida cotidiana en un oasis extenso donde convivían orix, jirafas, antílopes y humanos disfrutando de la natación. Todo ello, antes de que un cambio climático convirtiera la zona en un desierto.

Las pinturas de este yacimiento arqueológico han pasado a ser Patrimonio de la Humanidad.

Rafael Mingorance